En un mundo donde las tendencias cambian a velocidad de scroll, encontrar tu propio estilo puede sentirse como nadar contracorriente.
La presión por “estar al día” nos empuja a comprar por impulso, a llenar el armario con prendas que en pocos meses dejan de parecernos nuestras.
Pero ¿qué pasaría si le diéramos la vuelta a la ecuación?
Si en lugar de seguir tendencias, empezáramos a construir un estilo que hable realmente de quiénes somos.
La moda debería ser eso: identidad, coherencia, expresión.
Vestirse no es disfrazarse, es decidir cómo queremos presentarnos al mundo sin que nadie lo dicte por nosotros.
Aquí van cinco claves para crear un estilo propio, auténtico y duradero.
Porque las modas pasan. Tú no.
1. Conócete: la base de todo
Antes de comprar, escucha.
¿Qué te gusta de verdad? ¿Cómo quieres sentirte cuando te vistes? ¿Qué quieres proyectar?
Tu estilo nace de tu personalidad, no del algoritmo.
Si eres de espíritu libre, probablemente te atraen los tejidos naturales, las prendas sueltas, los colores tierra.
Si valoras el orden y la estructura, puede que prefieras el minimalismo, las líneas puras, la neutralidad.
El punto de partida es mirarte al espejo y preguntarte:
¿Esto soy yo o solo estoy copiando?
Pruébalo: abre tu armario y fíjate en lo que más repites.
Esa prenda que usas una y otra vez, la que te hace sentir bien, ahí empieza tu estilo.
2. Invierte en prendas con historia (y calidad)
Rechazar las tendencias no significa dejar de comprar.
Significa elegir mejor.
Optar por piezas que cuenten algo, que estén bien hechas, que duren más allá de una temporada.
Elige marcas con propósito, materiales nobles, procesos conscientes.
Ropa que no se limite a vestirte, sino que te acompañe.
El estilo no se mide en cantidad, sino en permanencia.
Pruébalo: antes de comprar, hazte una pregunta sencilla:
¿Me veo llevándola dentro de tres años?
Si la respuesta es no, probablemente no la necesitas.
3. Encuentra tu uniforme personal
Tener estilo no es tener mil opciones.
Es saber qué funciona contigo.
Descubrir tu “uniforme” personal —esa fórmula que siempre te hace sentir bien— es una de las claves más poderosas.
Puede ser tan simple como unos jeans rectos, una camiseta blanca y un blazer.
O joggers con sneakers y una bomber.
El secreto está en reconocer tu base y construir sobre ella con variaciones sutiles.
Pruébalo: crea un moodboard con looks que te gusten.
Verás patrones repetirse: cortes, colores, proporciones.
Ahí está tu identidad visual.
4. Aprende a decir no
El estilo también se construye con negaciones.
Decir “esto no es para mí” es tan importante como encontrar lo que sí.
No todo lo que se lleva te pertenece.
Las redes repiten lo “imperdible” de cada semana, pero la moda real es más lenta.
Las microtendencias se desvanecen.
Tu estilo, si es honesto, permanece.
Pruébalo: la próxima vez que veas una tendencia viral, haz una pausa.
Pregúntate si te gusta o solo te resulta familiar porque la ves por todas partes.
5. Viste para ti
El estilo más auténtico nace cuando dejas de buscar aprobación.
Cuando vistes para sentirte bien, no para encajar.
Tu ropa debería hacerte sentir cómodo, fuerte, libre.
Esa seguridad no se compra; se nota.
Pruébalo: elige un día para vestirte solo para ti.
Ignora modas, miradas o etiquetas.
Solo tú y tu reflejo.
Observa cómo te sientes.
Tu estilo es tu voz
Vestirse es hablar sin palabras.
Cada prenda que eliges dice algo de ti, aunque no lo pienses.
Por eso el estilo personal no se trata de destacar, sino de ser coherente.
De vestir tu verdad.
Construir tu estilo es construir tu identidad.
Y esa, a diferencia de las tendencias, no caduca.
By Jballesteros